Carta (tardía) de presentación. Un homenaje a Tim Burton.

Sé que mi presentación llega algo tarde, no pensé que fuese necesaria, pero a la vista de que muchos de mis lectores (que son básicamente a aquellos a los que yo misma he invitado a entrar) me han preguntado que quién es Frankenweenie, voy a hacer un breve referencia a mi vida.
Como he dicho, mi nombre es Frankenweenie, aunque en mi vida anterior era Sparky. Fui un perro con gran talento, todo un artista, un gran actor. El pequeño Víctor Frankenstein, mi dueño, me adoraba. Yo también a él. Fue el día de la premier del primer corto de Victor, El monstruo de tiempo atrás, cuando, tras nuestro éxito, salimos a la calle a jugar para celebrarlo. Desgraciadamente, embriagado por la emoción, corrí tras la pelota cuando, de repente, fui atropellado por un coche.
Después del entierro, la tristeza embarga a Víctor, que piensa que nunca encontrará otro perro como yo. Pero la esperanza regresa a su vida durante la clase de biología, donde el profesor enseña a la clase, con la ayuda de la consabida rana panza al aire, lo que se puede lograr con la cantidad adecuada de electricidad. Gracias al ingenio del pequeño y a la ayuda de un rayo, conseguí volver a la vida. Un día me decidí a salir a estirar las patas, pero mi aspecto aterrorizó a todos los vecinos, así que Víctor y yo corrimos a refugiarnos a un molino cercano. Inesperadamente, el molino se incendia y Víctor Frankesnstein cae inconsciente al suelo. Yo corrí a salvarlo, pero en el intento....volví a morir. Qué vida de perros....Los vecinos, conmovidos ante mi actuación, deciden ayudar a mi familia. Unas cuantas baterías de auto, unos cables de corriente... y regresé de nuevo, justo a tiempo para encontrar el amor en la forma de una atractiva poodle negra con mechones blancos. Desde entonces, todos vivimos felices y comemos perdices....
Frankenweenie es uno de los primeros cortos de Tim Burton. “Tim Burton es el niño prodigio de la dirección del cine, maestro de la luz y de la oscuridad, de los muñecos, los juguetes y los monstruos, capaz de hacer llorar con un chico con tijeras en lugar de dedos y de hacernos reír con fantasmas de otro mundo.” (www.timburton.galeon.com).
Sus cintas desprenden fantasía; quién no se ha emocionado con el joven Eduardo Manostijeras o disfrutado con las locuras de aquel extraño ser al que Burton llamó Beetlejuice...
Si me dieran a elegir, no sabría con cuál de sus películas quedarme. Sus primeros cortos (Vincent, Frankenweenie) tenían una magia especial, pero sus últimas pelis... Las mejores, desde mi punto de vista, Big Fish, James y el melocotón gigante, Charlie y la fábrica de Chocolate o La novia cadáver.
Y si, como me pasó a mí, os deslumbró el arte de Burton, siempre podéis leer La melancólica muerte del chico ostra, un libro de poemas, como toda su obra, muy peculiar.

Y como hablar de Tim Burton sin hacerlo de Johnny Depp es como dejar a Almodóvar sin su Pe, en los próximos días haré referencia a la "musa" de Burton y sus próximos proyectos. De momento, pinta bonito...