lunes, 7 de mayo de 2007

Lars Von Trier, la genialidad de la arrogancia

En estos días, en los que el cine se ha convertido en un arte demasiado comercial y lo que se lleva son las grandes producciones hollywoodienses, los efectos especiales y los zapatos de marca desfilando por la alfombra roja, me gustaría hacer referencia al que para mí es y será uno de los mejores cineastas de la historia: Lars Von Trier.
Hay quien cree (como yo) que es un genio- y otros muchos (quizá la gran mayoría) que opinan que un farsante. Supongo que ambas cosas. Sí, no cabe duda de que el danés es un ególatra cargado de altanería que encarna la figura del eterno provocador y me atrevería a decir incluso que está algo “chiflado”. Pero artísticamente la cosa cambia. El tipo tiene talento, eso no puedo negarlo.
Lo primero que vi de Trier, Los Idiotas (1998), me impactó. Un film sobre la idiotez humana, completamente anárquico, con aspecto de estar improvisado casi en su totalidad. Al principio pensé: este hombre está loco… Y fue entonces cuando vi Bailando en la Oscuridad (2000). La cantante Björk (casi tan excéntrica en el cine como en la música) interpreta a Selma, una inmigrante checa que reside en Estados Unidos con su hijo. Selma padece una enfermedad degenerativa que le está provocando una rápida y progresiva ceguera. Se trata de una enfermedad hereditaria, por lo que ahorra cada uno de los centavos que gana para que su hijo no corra su misma suerte. Un drama humano con tintes de musical de Hollywood que engancha durante las más de dos horas que dura la cinta.
Y como me quedé con ganas de más, seguí con Rompiendo las Olas, protagonizado por una espléndida Naomi Watson en la foto). Otro film que parece estar rodado por el becario de primer año pero cargado del encanto que caracteriza la obra de Trier. Tal vez un poco más lenta y pesada; en la misma linea pero diferente. Y llegó Dogville (2003), una historia desgarradora protagonizada por Nicole Kidman donde se representa magistralmente la esencia de la condición humana en cada uno de sus intérpretes. Mi próxima cita, El jefe de todo esto, el debut del director danés en el género humorístico. Sin duda será un humor tan ácido e inteligente como el propio Trier.

3 comentarios:

R&B dijo...

Mira que soy de probar directores, cuanto más alardeados por la crítica mejor. Pero el Trier aún no me ha llamado la suficiente atención. Será por miedo, a ver qué me encuentro. De todas formas si lo recomiendas, me animaré a ver Bailar en la oscuridad. Saludos.

Frankenweenie dijo...

Anímate. Si en la primera media hora te aburres, agunta otra media. Si no puedes más es que eres de los que le odian. Espero tu crítica. xd.

Anónimo dijo...

El Lars Von trier este es un patán. Lo que hace no puede considerarse cine. Parece más bien una película casera mal filmada.